fuertes. Es el obrero sabio y maduro el que sabe cuándo ser débil y cuando ser fuerte al tratar con los problemas de disciplina en la iglesia local. Un pastor amigo mío, que ya está en el cielo, tenía una manera calmada de predicar, y un método similar en el ministerio personal. Después de oírlo predicar, una visitante dijo: “¡Estaba esperando que empezara a predicar!” Estaba acostumbrada a oír a un predicador fogoso que generaba más calor que luz. Pero mi amigo edificó una iglesia fuerte porque
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